El papel del sensor de oxígeno
El sensor O2 (sensor de oxígeno) está ubicado dentro del sistema de escape, antes del convertidor catalítico.
Su función es informar a la ECU del contenido de oxígeno de los gases quemados que resultan de la combustión. El sensor de O2 ayuda a garantizar que la cantidad de combustible inyectada en los cilindros para la relación aire-combustible se encuentre en un nivel ideal.
El sensor de O2 garantiza un bajo consumo de combustible y una reducción de las emisiones contaminantes del motor. Por lo tanto, es un componente importante para pasar la inspección técnica del vehículo.
Las últimas normas sobre emisiones exigen la presencia de una segunda sonda lambda, situada después del catalizador, para determinar su eficacia.
¿Por qué reemplazar un sensor de oxígeno?
Un sensor de oxígeno defectuoso tiene como consecuencia directa la alteración del equilibrio aire-combustible del motor, lo que provoca un aumento de las emisiones contaminantes del motor, además de provocar que el motor se ponga en marcha y, en consecuencia, aumente el consumo de combustible.
¿Cuándo es necesario reemplazar el sensor de oxígeno?
La vida útil de un sensor de oxígeno es de 160.000 km en promedio, siempre que no se acorte por un mal funcionamiento del motor.
El aceite no quemado debido a un fallo de encendido del motor puede contaminar la sonda de forma irreversible. Las fugas de escape también dañan el sensor de oxígeno, lo que provoca una entrada de aire que puede provocar un aumento peligroso de la temperatura.
Para garantizar la máxima vida útil del Sensor de Oxígeno, es necesario realizar un estricto mantenimiento del motor (bujías, filtro de aire, et al.).
Varias señales de que su sensor de oxígeno necesita ser reemplazado:
– Si la luz de verificación del motor se enciende mientras se conduce el vehículo.
– El motor tartamudea y sufre falta de potencia de aceleración.
Diagnóstico del sensor de oxígeno:
Un sensor de oxígeno defectuoso solo se detecta con una herramienta de diagnóstico especial utilizada por profesionales capacitados. Por lo tanto, es necesario que este servicio lo realice un taller profesional.
Estado del sensor de oxígeno: saturación de color marrón oscuro
Posible causa: mezcla de aire y combustible desequilibrada
Estado del sensor de oxígeno: negruzco con saturación de aceite
Posible causa: consumo de aceite demasiado alto
Estado del sensor de oxígeno: Saturación verde granulada
Posible causa: Fuga de anticongelante que ha entrado en la cámara de combustión
Estado del sensor de oxígeno: saturación rojiza o blanca
Posible causa: aditivos en el combustible
Cómo limpiar el sensor de oxígeno
Hay dos formas de limpiar o reemplazar el sensor de oxígeno, dentro de un amplio rango de precios.
La opción más cara es la sustitución directa de la pieza, que es lo que proponen la mayoría de los mecánicos. El precio del componente varía según la marca y el tipo de motor.
La opción más económica, que no requiere desmontaje y que supone un menor tiempo de servicio, y que supone una alternativa al cambio de piezas, es el tratamiento con hidrógeno a través de la estación Carbon Cleaning. Este servicio funciona como tratamiento preventivo, recomendado cada 24.000 kilómetros, pero que también puede solucionar problemas ya existentes en el motor.