Limpieza de los colectores
Los colectores de escape se obstruyen tanto en los turbos de gasolina como en los diésel.
Cuando el colector de escape se ensucia o se obstruye, el turbo puede seguir funcionando con normalidad, pero la presión que produce no puede transferirse a la cámara de combustión. Por lo tanto, el motor recibe una presión insuficiente del turbocompresor y, en consecuencia, el combustible no se quema por completo debido a la falta de aire durante la combustión. Esto hace que salga humo negro por el escape.
Cuando el colector de escape se ensucia o se obstruye, la cantidad de gases de escape que recibe el turbocompresor es insuficiente. En consecuencia, no puede alcanzar la velocidad necesaria para funcionar correctamente. Por lo tanto, el motor recibe una presión insuficiente del turbocompresor y el combustible no se quema completamente debido a la falta de aire durante la combustión. Esto hace que salga humo negro por el escape.
¿Cómo limpiar los colectores?
La opción más cara, que requiere un poco más de tiempo y algunas habilidades mecánicas, es el desmontaje y limpieza del colector.
La opción más económica, que no requiere desmontaje y que supone un menor tiempo de servicio, y que supone una alternativa al cambio de piezas, es el tratamiento con hidrógeno a través de la estación Carbon Cleaning. Este servicio funciona como tratamiento preventivo, recomendado cada 24.000 kilómetros, pero que también puede solucionar problemas ya existentes en el motor.